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Dodge CEO Deja la Puerta Abierta para el Regreso del Charger V8
El jefe de Dodge dice que habrá más variaciones de motorización y que un V8 podría regresar si hay un caso de negocio.
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Si estabas esperando que el universo se alineara y Dodge trajera de vuelta un Charger con motor V8, la salida del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, (conocido por su postura en contra de los V8) probablemente te haya dado un poco de esperanza. Pero lo que dijo recientemente el CEO de Dodge, Matt McAlear, podría emocionarte aún más.
Durante una entrevista con The Drive, McAlear habló sobre el lanzamiento del nuevo Dodge Charger eléctrico y con motor de seis cilindros, pero también respondió a la pregunta que muchos se han estado haciendo: ¿Podría el nuevo Charger tener un V8? Su respuesta no fue un “no” rotundo, sino todo lo contrario.
McAlear fue muy estratégico con sus palabras, pero su respuesta dejó muchas pistas. “Si miras la generación anterior, tuvimos motores de 3.5L V6, 5.7L V8, 6.1L V8, 6.4L, 6.2L Hellcat, Demon y Redeye. Tuvimos muchas variantes con tracción trasera y tracción total. Este es un plataforma multienergía, capaz de acomodar todo eso. Este es solo el primer año. Apenas estamos comenzando y nos vamos a divertir mucho”.
Es imposible no notar cómo destacó la cantidad de motores V8 en la historia reciente de Dodge. Cuando se le preguntó directamente si eso significaba que un Charger V8 estaba en camino, respondió: “Si el pasado nos dice algo sobre el futuro… si el caso de negocio lo justifica, quién sabe lo que podríamos hacer”.
Este comentario es un giro radical respecto a la postura de Dodge en los últimos años, donde la compañía parecía haber dejado atrás los motores de ocho cilindros. Incluso un informe de CNBC mencionó que el Charger originalmente estaba diseñado para tener un V8, pero que Tavares canceló esa idea. Ahora, sin Tavares en la ecuación, parece que la idea ha vuelto a estar sobre la mesa.




Otro detalle importante es que Dodge sigue fabricando vehículos con motor V8 en 2025, como las versiones Hellcat y SRT del Durango. Cuando se le preguntó cuánto tiempo más se producirán, McAlear fue cauteloso: “Con el cambio de liderazgo, los V8 ya no son una mala palabra en la empresa. Pero aún tenemos que ser cumplir con las regulaciones”.
Y ese es el verdadero problema. Aunque la administración de EE.UU. podría flexibilizar ciertas regulaciones ambientales, los fabricantes planean con años de anticipación. McAlear explicó que adaptar un motor para cumplir con emisiones es un proceso costoso, lo que hace difícil justificar mantener motores V8 sin una estrategia clara a futuro.
Si Dodge realmente está considerando traer de vuelta el V8 en el Charger, tomará al menos dos años de desarrollo antes de que llegue al mercado. Pero con la postura más abierta del nuevo liderazgo, ya no parece un sueño imposible.