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JERRY SEINFELD RECHAZA $25 MILLONES POR SU PORSCHE 917K DE 1969
El comediante y coleccionista Jerry Seinfeld decidió no vender su legendario Porsche 917K de 1969, incluso después de recibir una oferta de $25 millones de dólares en una subasta.
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El Porsche 917K no es un auto cualquiera, y Jerry Seinfeld no es un coleccionista promedio. Este icónico vehículo, conocido por ser el primer Porsche en ganar Le Mans en 1970, es una pieza clave en la historia del automovilismo. Pero lo que hace a este auto aún más especial es su pasado cinematográfico: fue utilizado como el auto estrella en la película Le Mans (1971), protagonizada por Steve McQueen, quien originalmente lo adquirió nuevo.
El chasis 917-022, uno de los 65 ejemplares fabricados, ha pasado por varias manos antes de llegar al garaje de Seinfeld, quien ha descrito este Porsche como “el mejor auto que he tenido”. Su valor histórico y emocional explica por qué, cuando el vehículo salió a subasta en el evento de Mecum en Kissimmee, Florida, Seinfeld estableció un precio de reserva tan alto que incluso una oferta de $25 millones de dólares no fue suficiente para cerrar el trato.








Para muchos, rechazar $25 millones de dólares por un auto parecería una locura. Sin embargo, en el caso de Seinfeld, la decisión es más comprensible si consideramos su relación con el 917K y su estatus como uno de los coleccionistas de Porsche más reconocidos del mundo. Además, el comediante no enfrenta problemas económicos; con un patrimonio neto que lo convierte en milmillonario, mantener este auto es más una cuestión de pasión que de necesidad.
El público presente en la subasta quedó visiblemente decepcionado cuando el Porsche cruzó el escenario sin encontrar comprador. Sin embargo, para Seinfeld, este no era solo un negocio; era una declaración sobre el valor sentimental y la historia de uno de los autos más importantes jamás construidos.
El Porsche 917K es mucho más que un vehículo; es una pieza de arte automotriz que combina un linaje deportivo inigualable con un legado cultural gracias a su conexión con McQueen y Le Mans. Aunque el dinero puede comprar muchas cosas, para Seinfeld, este Porsche representa algo invaluable: el orgullo de poseer una de las joyas más preciadas del automovilismo.
Así que, mientras la mayoría de nosotros habría aceptado gustosamente la oferta, Jerry Seinfeld nos recuerda que, para los verdaderos apasionados, algunos tesoros no tienen precio.