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ROVER MINI MK7

Cuando si eran "Minis"

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Aqui es cuando uno dice “ya no los hacen como antes” En un Mini Cooper nuevo enciendes el motor, seleccionas el modo sport y en la pantalla táctil te prometerá “la máxima sensacional de un kart”. En este no, aquí no encontraras modos de conducción, ni pantallas táctiles, ni por supuesto, ningún discurso de marketing que te de vergüenza ajena. El Mini clásico simplemente ofrece la máxima sensación de un kart en todo momento. Este es un Rover Mini, no te sabría decir que año es y ahorita te lo explico, pero es la mezcla entre lo moderno y lo clásico. Este es el ultimo modelo antes de que BMW rediseñara el mini para el nuevo siglo.

El Mini nunca estuvo pensado para ser un coche deportivo. Como decía el legendario escritor de automovilismo Leonard John Kensell Setright: "Era un concepto esencialmente humanista... no un coche para ingenieros ni para entusiastas del motor, sino para la gente, un coche en el que el 80 por ciento era suyo para ocuparlo como quisieran".
La gente estuvo claramente de acuerdo y compró casi 5,4 millones de Minis a lo largo de sus 41 años de vida de producción. Sigue siendo el coche británico más vendido de todos los tiempos.

Es pequeño, pero no necesitabas más, por ahi dicen que los mejores perfumes, vienen en los frascos mas pequeños. El mini viene en el empaque perfecto y la inteligente suspensión de cono de goma también dotaron al Mini de un manejo audaz y divertido. Y cuando llegó el más potente Cooper en 1961, incluso los "entusiastas del motor" tomaron nota. Demostró ser un gigante en la carretera y en la pista, venciendo a los Ford Falcon con motor V8 en el Rally de Montecarlo. El Cooper fue reemplazado por el 1275 GT de frente cuadrado en 1971, pero regresó en 1990, permaneciendo a la venta hasta que el último Mini salió de Longbridge en 2000.

Este Rover Mini Cooper representa la evolución final del Mini Cooper. Sus franjas en el capó, faros, tablero de instrumentos de nogal y cromo brillante evocan un pasado histórico, pero los amplios pasos de rueda, las llantas de aleación de 13 pulgadas, las bolsas de aire, el aire acondicionado y la inyección de combustible son modestos intentos de modernidad.

Las puertas son extremadamente delgadas, cualquier auto actual es como un tanque. Recordemos que pesa alrededor de 700kg. Cualquier velocidad razonable y legal, parecerán rápidas, esa es la genialidad del Mini. Tal vez No querras conducir uno todos los días, aunque millones lo hicieron, pero como clásico, sin duda lo disfrutaras, el Mini supera a muchos autos deportivos mucho más exaltados, por la experiencia y su agarre en curvas, pero eso no es nada nuevo, Tal como siempre lo hizo. Sigue siendo un matagigantes

En comparación con los coches Leyland de la generación anterior, los Rover Minis recibieron nuevos asientos y tapizado del techo, alfombras más gruesas, nuevas palancas de control y molduras, cierre centralizado a distancia, pretensores de cinturones de seguridad y una bolsa de aire para el conductor.

Todo esto se combina para convertirlo en un lugar mucho más acogedor para pasar el tiempo, especialmente en viajes largos. No es exactamente un Mercedes Clase S, pero tiene las comodidades suficientes para hacerlo habitable y la insonorización suficiente para que no sufras con los camiones de mexico.

Motor:
Sinceramente no hay mucho que ver, lo interesante de los Mini es el conjunto, su motor es un 4 cilindros montado transversalmente de 1.3lts con alrededor de 70hp, pero recordemos que es un coche que te da 1 caballo de fuerza por cada 10 kilos. O 10 miradas por cada semáforo. No esta nada mal para un auto citadino.

Conclusión:
Desde su agilidad hasta su papel en The Italian Job, el Rover Mini tiene sin duda la mejor relación encanto-tamaño que existe. Conducir uno es todo un acontecimiento. Muchos dicen que este podría ser el auto perfecto para quien quiere iniciar en el mundo de los autos clásicos.

Hoy en día, el mayor atractivo del Mini es su conducción. Los “entusiastas” hoy en dia corren a las agencias por un mini (que ya no es mini) para experimentar ese “manejo de kart” que tanto se esmera el equipo de marketing de Mini Cooper y que ahora solo es un cliche. Pero los coches originales fueron los que cimentaron su reputación como coches de bolsillo divertidos de conducir que eran tan entusiastas como ágiles.

Y esta generación no es diferente. Puede que le falte algo de refinamiento y sofisticación interior, pero si esa es su máxima prioridad, entonces puede comprar un Mercedes Clase C. Y de todos modos, lo que pierde en equipamiento lo gana en dinamismo.

Todos los conductores de Mini te dirán que estos coches son como sus mascotas, porque los adoran a pesar de sus defectos. Y si esos defectos son cosas con las que puedes vivir, te presentamos tu próxima adquisición.

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