¿Te consideras muy macho? ¿Seguro? Porque manejar un Dodge Viper GTS 2009 no es para cualquiera. Este coche no perdona errores y, si alguna vez tienes la suerte de manejar uno, más vale que tengas listo tu testamento y te despidas de tus seres queridos. Es una máquina que ha estado humillando Corvettes y desafiando a los mejores autos europeos durante más de 30 años. No es solo un auto deportivo, es un verdadero “bully” en el mundo de los coches.

La idea del Viper nació gracias a Bob Lutz, entonces presidente de Chrysler. Quería crear un auto inspirado en el legendario Shelby Cobra, pero con un toque más moderno. El diseñador Tom Gale hizo un modelo de arcilla que capturó esa visión, y el proyecto empezó a tomar forma con un motor V10 que se compartiría con las camionetas Ram. El proyecto recibió luz verde de Lee Iacocca, y en 1989, el mundo conoció el primer concepto del Dodge Viper en el Salón del Automóvil de Detroit.

Cuando el primer Viper RT/10 salió al mercado en 1992, era una bestia completamente diferente. Tenía un motor V10 de 8.0 litros desarrollado en conjunto con Lamborghini (que en ese momento era propiedad de Chrysler). Generaba 400 caballos de fuerza y 465 lb-pie de torque. No había lujos: no tenía ventanas de vidrio, aire acondicionado, ABS, ni siquiera manijas exteriores para las puertas. Este coche era pura potencia y agresividad. Podía acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4.2 segundos y superar los 260 km/h. Era más rápido que el Corvette estándar y que el Porsche 911 Carrera 2 de la época.

El Viper era una experiencia completamente visceral. Pocos coches se acercaban a su nivel de rudeza y potencia. Rivales como el Ferrari F430 Scuderia, el Lamborghini Gallardo Superleggera y el Porsche 911 GT3RS podían competir en algunos aspectos, pero ninguno ofrecía la brutalidad del Viper por un precio similar. Además, con el lanzamiento del Corvette Z06 de 505 hp, Dodge no se quedó atrás. En 2008, aumentaron la potencia del motor a 600 caballos de fuerza con una ligera ampliación de 0.1 litros. El resultado fue una máquina aún más extrema.

Desde cualquier ángulo, el Dodge Viper GTS 2009 deja claro que va en serio. Su carrocería está diseñada para ser funcional y agresiva a la vez. Está construida con materiales compuestos sobre una estructura de acero, con detalles de aluminio en los umbrales y el capó reforzado. El aire entra por su característica parrilla de cuatro ranuras y sale por los seis respiraderos del capó. Si vas despacio o estás detenido, el aire caliente distorsiona tu vista al salir por esas rejillas. Incluso el techo de burbuja tiene dos propósitos: darle esa apariencia intimidante y permitir que los ocupantes usen cascos mientras manejan.

Aquí no hay ayudas electrónicas para salvarte si cometes un error. La única asistencia es el ABS, y eso es todo. Si levantas el pie del acelerador en una curva rápida, es muy probable que termines en un accidente. Este coche te exige respeto y habilidad. Los límites son tan altos que cualquier error puede costarte caro. Pero si sabes lo que estás haciendo, el Viper te recompensa con una experiencia de manejo única.

Por dentro, no esperes lujo ni comodidades sofisticadas. Sorprendentemente, tiene un botón para ajustar la posición de los pedales, algo inesperado en un coche tan rudo. El consumo de gasolina es una locura: oficialmente es de 5.5 km por litro, pero en la práctica, seguro es mucho menos. Pero, seamos honestos, nadie compra un Viper por su eficiencia.

Cuando giras la llave, pisas el clutch y presionas el botón rojo de encendido, el V10 despierta con un rugido que rompe el silencio. Es un sonido brutal y emocionante. Manejarlo requiere concentración total porque no tiene tracción total ni control electrónico de estabilidad. No es un coche para principiantes ni para personas con el ego inflado. El Viper es brutalmente honesto: si le das una orden equivocada, hará exactamente lo que le pediste, aunque eso signifique perder el control.

A pesar de su ferocidad, el nuevo embrague de doble disco hace que conducir por la ciudad sea más sencillo. Requiere menos esfuerzo y hace que los cambios sean más suaves y precisos. Es una bestia con modales cuando lo necesitas, pero con una patada salvaje cuando pisas el acelerador.

Hoy en día, muchos coches tienen 500 o 600 caballos de fuerza, pero ninguno pesa tan poco como el Viper. Con solo 1,500 kg, su relación peso-potencia es impresionante. Solo autos exóticos como el Bugatti Veyron pueden superarlo, y ese cuesta más de un millón de dólares.

Por menos de 100,000 dólares, el Dodge Viper GTS 2009 es una de las mejores inversiones en potencia y diversión que puedes hacer. Es un coche que no solo se ve agresivo, sino que lo es en todos los sentidos. No respetar a esta máquina es como decirle a Mike Tyson que su tatuaje se ve feo: no va a terminar bien. Pero si le muestras el respeto que se merece, te dará una de las experiencias de manejo más emocionantes de tu vida.

Ah, y por si lo olvidaste: tiene 600 caballos de fuerza.