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AUTOS MODERNOS

LOTUS 2015 ELISE S CLUB RACER

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El Lotus Elise salió al mercado en 1996 y rápidamente se ganó el respeto por ofrecer una experiencia de manejo cercana a la de un superdeportivo, pero sin costar una fortuna. A diferencia de los coches modernos que cada vez tienen más asistencias electrónicas y comodidades, el Elise se mantuvo fiel a una idea simple: menos es más y el peso ligero lo es todo.

Este no es un coche para cualquiera. Es tan específico en su propósito, que si no buscas una experiencia pura y directa, el Elise probablemente no te interesará. Pero si lo que quieres es una conexión real con el auto y la carretera, este es el coche perfecto. El Elise siempre ha dejado claras sus intenciones: ser ligero, directo y enfocado en el manejo.

Si buscabas la versión más radical del Elise, ahí está el Elise S. Pesa apenas 901 kg y tiene un motor 1.8 litros sobrealimentado de origen Toyota que produce 220 caballos de fuerza y 250 Nm de torque. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4.6 segundos. Es un coche pequeño y ligero, pero con una capacidad impresionante para hacerte sentir cada centímetro de la carretera.

Para los que querían algo aún más extremo, Lotus lanzó el Elise S Club Racer. Esta versión lleva el concepto del Elise S más allá, con un enfoque aún mayor en el desempeño en pista. El Club Racer es unos 20 kg más ligero gracias a detalles como una suspensión deportiva con resortes Eibach y amortiguadores Bilstein, una barra estabilizadora delantera ajustable y rines negros satinados con neumáticos Yokohama Advan de alto rendimiento.

Para reducir peso, Lotus eliminó todo lo que no fuera absolutamente necesario: adiós al cierre centralizado, al estéreo, a la insonorización, a los faldones para el barro y al techo. Esto hace que el Elise S Club Racer sea una máquina enfocada únicamente en el placer de conducir.

Entrar al Lotus Elise S Club Racer no es una tarea fácil. La posición baja y el chasis estrecho te obligan a hacer una especie de contorsión para acomodarte en los asientos. Pero una vez dentro, te recibe un interior básico y sin lujos: plásticos duros, asientos deportivos que combinan el color de la carrocería con inserciones de gamuza, un pequeño volante Momo sin botones, pedales y piso de aluminio, y un simple reposapiés para el pasajero.

Aquí no encontrarás comodidades modernas. No hay guantera, portavasos (es opcional), Bluetooth, navegación, control de crucero ni dirección asistida. El Elise es puro y simple. Incluso para arrancar el motor, debes girar una llave y luego presionar el botón de encendido. No hay nada sofisticado o innecesario.

La suspensión del Elise es dura y directa. Sientes cada bache, cada imperfección y cada ojo de gato a través del volante y del asiento. Pero en lugar de ser incómodo, esto hace que la experiencia de manejo sea más emocionante y viva. El coche está en constante movimiento, siempre activo y listo para responder a tus órdenes.

En la pista es donde el Elise S Club Racer muestra su verdadero potencial. Es un coche que recompensa a los conductores que buscan una experiencia pura. Las fallas ergonómicas y las pequeñas incomodidades desaparecen cuando tomas una curva a toda velocidad. La sensación de control y equilibrio es algo que pocos coches pueden igualar.

Claro, hay otros coches que ofrecen una experiencia de manejo divertida por menos dinero, como el Toyota 86 o el Subaru BRZ. Pero ninguno de ellos es un Lotus. Ninguno ofrece el nivel de conexión y precisión del Elise. Este coche es para quienes realmente aman conducir y quieren sentir cada parte de la experiencia.

El Lotus Elise S Club Racer cuesta alrededor de $85,000 dólares, mucho menos que su hermano mayor, el Exige S, que supera los $130,000 dólares. Pero la experiencia que ofrece es única. No es un coche práctico ni cómodo, pero para los verdaderos amantes de los autos, es una joya que vale cada centavo.

El Elise S Club Racer es el resultado de años de perfeccionamiento. Ofrece un balance perfecto, un control preciso y una respuesta impresionante. Es difícil de conducir en la carretera y exigente en la pista, pero eso es exactamente lo que lo hace especial. Si buscas un coche que te desafíe y te emocione cada vez que lo manejas, el Lotus Elise S Club Racer es la elección perfecta.

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