El Mazda Miata NA 1991 es mucho más que un simple auto deportivo biplaza; es una celebración de la conducción pura y sencilla. Con su diseño ligero, motor frontal y tracción trasera, este pequeño convertible recuperó el espíritu de los deportivos británicos de los años 60 como el Lotus Elan o el Triumph TR4. En una época donde esos coches eran solo un recuerdo, Mazda trajo de vuelta la diversión al volante con un paquete moderno y confiable.
Esta versión específica es una edición especial BRG (British Racing Green), de la cual solo se fabricaron 4,000 unidades para Estados Unidos y apenas unas cuantas llegaron a México. Con un peso de menos de una tonelada y un motor de 1.6 litros que produce 116 caballos de fuerza, su magia no está en cifras de potencia deslumbrantes, sino en cómo se siente al conducirlo. La relación peso-potencia y su equilibrio lo convierten en uno de los coches más divertidos que puedes encontrar.
El Miata NA es un coche diseñado para entusiastas, con líneas clásicas pero no imitativas. Cada detalle, desde los rines de aleación de siete radios hasta las manijas cromadas y los espejos retrovisores, refleja una atención al diseño que prioriza la estética y la funcionalidad. No fue creado por equipos de marketing, sino por personas que entendían lo que hace especial a un deportivo: la diversión pura al conducir.
El interior del Miata NA es un espacio donde todo está pensado para el conductor. Los asientos deportivos ofrecen soporte y comodidad, mientras que el tablero simple con instrumentos analógicos mantiene una apariencia clásica y funcional. Cada control está al alcance de la mano, y el espacio, aunque compacto, es sorprendentemente cómodo para un coche de su tamaño. La capota de tela es tan fácil de bajar que puedes hacerlo sin levantarte del asiento, ideal para disfrutar del cielo abierto en una tarde soleada.
Bajo el capó, el motor de 1.6 litros y 16 válvulas está hecho a la medida del Miata. Con 116 caballos de fuerza y una transmisión manual de 5 velocidades, acelera de 0 a 100 km/h en 9.2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 185 km/h. Puede que no sea el más rápido en línea recta, pero su manejo ágil y su cambio de marchas preciso lo hacen sentir vivo y conectado con el camino. Es el tipo de coche que te invita a tomar la ruta más larga y con más curvas solo por el placer de conducir.
La suspensión independiente proporciona una combinación ideal de comodidad y control. Aunque no es un coche de carreras, el Miata ofrece una experiencia equilibrada que hace sonreír a cualquiera que lo maneje. Además, su confiabilidad japonesa elimina los problemas comunes de los clásicos británicos, como fugas de aceite y averías constantes.
El Mazda Miata NA no es solo un coche, es una filosofía: ligero, simple y divertido. Puede que haya autos más rápidos o con mejor agarre, pero después de conducir un Miata, es difícil querer cambiarle algo. Es una máquina que te recuerda por qué te gusta conducir y por qué, a veces, menos es más.