En 1990, el Mercedes-Benz R129 quedó en segundo lugar en los premios al Coche Europeo del Año, justo detrás del Citroën XM. Aunque el XM diseñado por Bertone era impresionante, cuesta trabajo creer que superara al majestuoso SL600. Este roadster de Mercedes no es solo un coche especial, es una obra de arte sobre ruedas, y aún más si lleva bajo el capó un V12 de aspiración natural. No olvidemos que este motor es el mismo que impulsa al legendario Pagani Zonda, lo que le confiere un pedigrí digno de los mejores superdeportivos. Estamos ante un Mercedes-Benz SL600 de 1994, considerado por muchos como el último gran Mercedes-Benz de una época dorada. Yo soy Cabeto, y esto es El Garage de Pepino.

En 1993, cuando el SL600 salió al mercado, su precio de 120 mil dólares lo situaba en una liga exclusiva. Para ponerlo en contexto, un SL500 costaba 25 mil dólares menos, una diferencia abismal. Sin embargo, aquellos que podían permitirse el lujo de tener un V12 bajo el capó sabían que estaban obteniendo algo único. Durante años, la depreciación hizo que estos coches estuvieran al alcance de algunos afortunados por apenas 7 mil dólares, pero encontrar una unidad con solo 30 mil millas y en condiciones impecables es casi un milagro hoy en día.

Este SL600 es una maravilla de diseño y tecnología. El R129 fue revolucionario en términos de seguridad y confort. Equipado con una suspensión de doble brazo en A adelante y una suspensión trasera multibrazo independiente, combinaba un manejo deportivo con un confort de marcha excepcional. Los frenos de disco en las cuatro ruedas y el chasis monocasco aseguraban una conducción precisa y segura. Además, contaba con una barra antivuelco automática, una innovación que se desplegaba en caso de un accidente para proteger a los ocupantes.

Este ejemplar lleva los clásicos rines AMG monobloque de 18 pulgadas, el techo rígido desmontable y una capota de lona completamente automática. En el interior, los detalles de lujo son inconfundibles: asientos eléctricos con memoria, una columna de dirección ajustable y sistemas avanzados como el control de tracción (ASR) y la amortiguación adaptativa (ADS). Aunque estas características podían ser costosas de reparar, demostraban el compromiso de Mercedes con ofrecer lo mejor en tecnología automotriz.

El verdadero protagonista del SL600 es su motor V12 M120. Esta joya de la ingeniería alemana produce 389 caballos de fuerza y 420 lb-ft de torque, lo que permite que este roadster de dos toneladas acelere de 0 a 100 km/h en solo 6 segundos. Sin embargo, más allá de su capacidad para acelerar, lo que realmente impresiona es su suavidad y equilibrio. El motor es tan refinado que puede superar la clásica prueba de la moneda de canto sin que esta se mueva. Sorprendentemente, a pesar de su complejidad, el M120 es conocido por su fiabilidad legendaria, siendo uno de los motores más confiables que Mercedes haya construido.

El interior del SL600 es una exhibición de lujo y tecnología de los años 90. Con más de 50 botones en la consola central, manejarlo puede parecer algo sacado de una cabina de avión. Cada detalle refleja una atención al detalle exquisita. Por ejemplo, cuando cierras el coche, todos los compartimentos interiores, como la guantera y los bolsillos de las puertas, también se cierran automáticamente. Esto permitía dejar el coche con el techo abierto y mantener los objetos de valor seguros, al menos hasta cierto punto.

Otra característica sorprendente es el botón “Descanso”, que permite que el coche mantenga el interior caliente durante 30 minutos después de apagar el motor. Perfecto para esos días fríos de invierno cuando necesitas hacer una pausa rápida y quieres regresar a un coche cálido. La capota de lona automática es otra maravilla tecnológica, eliminando cualquier esfuerzo manual. Incluso el retrovisor eléctrico ajustable, aunque innecesario, añade un toque de sofisticación.

Los coches de lujo con motores V12 ofrecen una combinación única de potencia, suavidad y prestigio. Estos motores no solo proporcionan una experiencia de conducción más refinada, sino que también representan una exclusividad que pocos pueden igualar. Porque, seamos honestos, ¿quién no quisiera presumir de tener un coche con 12 cilindros bajo el capó?

El Mercedes-Benz SL600 tiene todo a su favor: un diseño elegante que mejora con los años, características innovadoras que sorprenden a cualquiera y la clase inigualable de la vieja escuela de Mercedes-Benz. Además, lleva uno de los motores más codiciados jamás fabricados. Este no es solo un coche; es una pieza de historia automotriz. Un recordatorio de una época en la que Mercedes-Benz rozaba la perfección en cada coche que fabricaba.

En definitiva, el SL600 es un coche verdaderamente especial. Una combinación de lujo, tecnología y rendimiento que pocos vehículos han logrado igualar.