La historia de Porsche siempre ha sido una mezcla de innovación, velocidad y carácter. Y una de las formas más fáciles de entender esa filosofía es manejar uno de sus autos. Los Porsche 911 son como herramientas precisas, llenas de vida y diseñadas para ofrecer una diversión seria al volante. Pero en la década de los 90, un modelo en particular llevó todo eso a un nuevo nivel: el Porsche 911 Carrera 4 (964) de 1990.

Este fue el primer 911 con tracción en las cuatro ruedas (AWD), algo que revolucionó la forma en que se manejaba este clásico alemán. Bajo el capó trasero lleva un motor seis cilindros plano de 3.6 litros que produce 247 caballos de fuerza. La combinación de este motor con una plataforma robusta y una suspensión rediseñada hizo del Carrera 4 un coche sorprendentemente estable, rápido y fácil de conducir.

Muchos puristas de la tracción trasera criticaron la idea de un 911 con AWD. Pero este sistema solucionó los famosos problemas de manejo del 911, conocidos como “hacedores de viudas” por su tendencia a perder el control en curvas cerradas. Gracias a la tracción total, el Carrera 4 podía acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5.1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 251 km/h. Además, podía frenar de 112 km/h a 0 en apenas 48 metros. Unas cifras impresionantes para su época.

El diseño del Carrera 4 mantuvo la clásica silueta del 911, pero con detalles modernizados. Tomó inspiración del futurista Porsche 959, un superdeportivo que llevaba la tracción total a niveles extremos. El spoiler trasero se levantaba automáticamente a 75 km/h para mejorar la estabilidad a altas velocidades, y su coeficiente aerodinámico se redujo de 0.39 a 0.32, lo que mejoró su eficiencia y velocidad.

El Porsche 911 Carrera 4 (964) no era solo una mejora técnica, también tenía un diseño que capturaba la esencia de los deportivos alemanes de los 90. Con un acabado especial en Velvet Red Metallic, este modelo es uno de los menos de 2,200 coupés vendidos en Estados Unidos en 1990. Su interior de cuero beige con asientos deportivos eléctricos y detalles como el techo corredizo y los lavafaros le daban un toque de lujo sin perder su espíritu deportivo.

El 964 introdujo muchas mejoras modernas, como dirección asistida, frenos ABS y una suspensión revisada. La tracción total del Carrera 4 distribuía el torque en un 31% al eje delantero y un 69% al trasero, ajustándose automáticamente según las condiciones de la carretera. Esto hacía que el auto fuera mucho más predecible y controlable en todo tipo de clima y terrenos.

El ejemplar de la colección de Rudy Mancinas lleva algunos ajustes que lo hacen aún más especial. Tiene rines Porsche Cup de 17 pulgadas, espejos aerodinámicos, pinzas de freno amarillas y cinturones de seguridad a juego. Además, cuenta con un volante Porsche Sport Classic y un sistema de audio Porsche Classic que combina estilo retro con tecnología moderna.

Manejar el Carrera 4 es una experiencia única. A pesar de tener el motor montado atrás, el sistema AWD compensa perfectamente esa distribución de peso, haciéndolo sentir equilibrado y estable. Los frenos son potentes y el motor refrigerado por aire ofrece un sonido inigualable, algo que muchos aficionados consideran superior a los motores modernos refrigerados por agua.

El Porsche 911 Carrera 4 (964) es más que un simple 911 con tracción total. Es un coche que marcó el inicio de una nueva era para Porsche, combinando tecnología avanzada con el diseño clásico que tanto amamos. Cada vez es más buscado por coleccionistas y entusiastas, y no es difícil entender por qué: es un auto que ofrece una experiencia de conducción pura, emocionante y llena de carácter.

Si quieres un 911 clásico que puedas disfrutar en cualquier clima y que además tenga un lugar importante en la historia de Porsche, el 964 Carrera 4 es una elección perfecta. Una combinación de innovación, diseño y pasión por el manejo que pocas marcas han logrado igualar.